Te
preguntaras como, pues aquí te traemos la información:
Paralela a
esta celebración se llevara acabo la siguiente actividad:
Esperamos que puedas asistir, y para aquellos que no saben la historia detrás de esta celebración les dejamos este pequeño resumen de ella:
Hace mucho, mucho tiempo vivió una hermosa joven llamada
Orihime, hija del rey del Cielo. Cuenta la leyenda que Orihime disfrutaba
tejiendo vestidos para su padre y encontraba en esta actividad todo lo que
podía desear para ser feliz. Así pasaba plácidamente los días en la Llanura Alta del
Cielo, absorbida en su trabajo y al ritmo del monótono sonido de la lanzadera
del telar. Pero una mañana, al dirigirse al telar, Orihime vio a un joven y
apuesto pastor de bueyes llamado Hikoboshi y se enamoró perdidamente de él.
Aunque mantuvieron el romance en secreto, el rey del Cielo advirtió en su hija
el amor que sentía por Hikoboshi y les unió en matrimonio.
Orihime y HikoboshiSin embargo, la felicidad no iba a durar
mucho. Su apasionado amor y el indescriptible gozo que sentían por el mero
hecho de estar juntos provocó que descuidaran sus deberes; Orihime dejó de
tejer y Hikoboshi abandonó los bueyes a su suerte. Si en un principio el rey
del Cielo toleró con indulgencia este comportamiento, no tardó en tener que
tomar medidas drásticas ante el cariz que había adquirido la situación. Fue así
como castigó a los dos amantes y los separó para siempre convirtiéndolos en
estrellas.
Pero separar a dos enamorados por toda la eternidad sin
perspectivas de reencontrarse era demasiado cruel; así que les fue concedida la
posibilidad de volver a verse una noche cada año, la noche del séptimo día del
séptimo mes. Esa noche las urracas acuden a volar sobre el río Celestial y con
las alas totalmente desplegadas forman un puente por el que Hikoboshi cruza el
río camino de los brazos de su amada. Terminada la noche, él vuelve a su
trabajo de pastor de bueyes y ella se queda tejiendo, anhelando ambos el
próximo reencuentro.
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