miércoles, 27 de julio de 2016

BORIS: El abanico de colores y sonidos

Como siempre, una aportación más de parte de su colaboradora para descubrir estas bandas que son de un género poco explorado y por ende aún desconocidos incluso para nosotros que somos seguidores de la corriente del j-rock. Como he argumentado en artículos anteriores, es gratificante explorar un mundo fuera de los rankings de oricon, programas de música o la tendencia actual, puesto que hay músicos que son una panacea después de una larga exposición a la mercadotecnia. Los sonidos y las vertientes del genero rock son tantas y de un gran entramado que nos ofrecen como melomanos un abanico de posibilidades, es cuestión de abrir el sentido del oído para dejarlo perforar por apabullantes propuestas musicales. En esta ocasión esta banda no decepciona para los que quieren derribar el dique de lo acostumbrado a lo poco explorado.






Boris es una banda japonesa perteneciente al estilo minimalista llamado drone que llanamente se caracteriza por un conjunto de notas o sonidos repetidos en el tiempo, y si, la banda lo deja muy expreso en sus composiciones. No obstante no se dejen engañar, esto no significa que se vuelva tedioso, todo lo contrario, la belleza inicua en sus notas es chocante con la tranquilidad que transmiten. La marca desprovista y desenfadada en la interpretación establece un símil entre la improvisación y la composición de las canciones. También se debe incluir otros géneros como el stoner metal, por supuesto el rock psicodélico por el marcado ambiente, noise, sludge metal y post-rock. El leve epicureismo que se halla en las vibraciones de voces, guitarras y batería. Es la mezcla de locura con el principio del raciocinio.





Uno de los datos curiosos de la banda es el origen de su nombre. Ni nada más ni nada menos fue tomado por una canción de la gran banda norteamericana de sludge metal y grunge: Melvins. Boris perteneciente al disco Bullhead que se lanza en 1991 a través de Boner Records y cuya canción mencionada es la primera en el disco. La banda japonesa tiene una clara influencia de este tipo de pioneros, cuya bravura en sus canciones es un aforismo irrefutable para el propio Boris.






Muchos expertos aseguran que sus primeros trabajos son un claro exponente del doom o del stoner, sin embargo es tanta su variedad que marca la tendencia de la banda en experimentar todas las variedades de sonido que tienen a su alcance. Por ejemplo, el disco "absolutego" lanzado en 1996 se caracteriza por acordes profundos y precisos, incluso algo escuetos a comparación de otros trabajos. De hecho podríamos encontrar una antinomia dentro de la propia banda al ver que en el 2002 su disco bajo el nombre "Heavy rocks" es tan diferente por tener un sonido puro de punk. 



Boris ha demostrado que no basta en ser enclaustrada en un género, no es necesario ni siquiera tienen la delicadeza de esclarecer las intenciones en sus interpretaciones, pero es lo atrayente y que te envuelve en su sonido explosivo y tumefacto por tantos sonidos y explosiones musicales. Debemos incluir el toque retro que envuelven la mayoría de sus canciones y te transportan sutilmente al heavy metal a principio de los 70 (motley crue, black sabbath, rainbows, etc.)






La banda sigue trabajando con su formación invariable hasta el momento con Takeshi en bajo, guitarra y voz, wata en guitarra y voz y finalmente Atsuo también apoyando en los coros y la batería. Boris sigue activo y nos entregaron en el 2013 su último álbum discográfico "Praparat" pero seguimos aguardando otro trabajo de estudio y por que no, una entrega en el escenario ya sea por medio de festivales como NRMAL cuyo corte experimental caería como anillo al dedo la presentación de Boris. Sólo nos queda aguardar y seguir los pasos de estos músico que no temen a empaparse en diferentes géneros y sonidos. 





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