Carmilla, novela publicada en 1872 por el escritor
Sheridan Le Fanu, se abordan las
primeras características de lo que viene
siendo la literatura vampírica y la novela gótica. En la obra de Le Fanu son muchos los aspectos que podemos discutir de
la novela, como por ejemplo, la inocencia enfrente de la bestialidad, el
erotismo, el lesbianismo, y el vampirismo
como tal. No obstante, yo trataré de analizar el personaje de Carmilla y el
papel que Sheridan Le Fanu intenta brindar a su vampira, al ser ella una criatura
por demás misteriosa que tiene una actitud propia de una heroína romántica pero
también de una mujer fatal. La personalidad de Carmilla se podría asemejar al
de Lilith o al de una bruja seductora debido a su apariencia voluptuosa y
sensualidad fatídica. Otro de los
aspectos que también tomaré en cuenta en mi análisis es el papel revolucionario
que Carmilla está tomando en una sociedad conservadora. Estos aspectos me
servirán para tener una perspectiva más amplia y analítica del personaje
principal de Le Fanu.
El
papel que Carmilla representa al inicio de la historia es el de una joven encantadora proveniente de una
misteriosa familia de la nobleza en la que ya no quedan miembros vivos. Debido a un accidente sufrido en su carruaje,
Carmillla se hospeda con Laura y su familia, dando paso a una relación entre la
protagonista y ella. Carmilla guarda sentimientos profundos por Laura y trata a
menudo de seducirla para que ella caiga en sus redes. La protagonista se ve
embelesada por la belleza de aquella misteriosa mujer pero a la vez, la vampira
se deja seducir por la ingenuidad y nobleza de Laura. La vampiresa Carmilla
está consciente que su nueva amiga puede
llevarla a la muerte, por lo que entre las dos se empezará a formular un juego
entre la inocencia y la bestialidad, donde una de las dos acabará sucumbiendo a
la otra. Como lo podemos observar en la siguiente cita.: “ No sé cuál de las
dos debería temerle más miedo a la otra- dijo sonriendo de nuevo- Si no fueras
tan bonita, te temería mucho; pero viéndote así, y siendo las dos tan jóvenes,
no puedo evitar sentir que te conocí hace doce años, y que tengo derecho a tu
intimidad. Es como si estuviéramos destinadas, desde nuestra infancia, a ser
amigas” (Le Fanu, p. 27)
De
esta forma podemos notar que Carmilla también siente debilidad por la dulzura y
las jovencitas que son opuestas a su personalidad. Esto no lo observamos solo
con Laura sino también con la hija del
general, Carmilla sintiendo amor por las dos jóvenes, no solo las ataca, como haría con una persona
por la que no siente el mínimo interés, sino que las seduce y les hace saber su
amor. Es necesario señalar que una de las características de Carmilla es el
erotismo y su belleza, puesto que ella
al ser vampira sintetiza una serie de rasgos sobrenaturales y bellos. La
personalidad que refleja Carmilla no solo está enfocada en el aspecto romántico
sino también en el terreno sexual. Según en palabras de Román Gubern en su
libro Raíces del miedo, las
características más notables de las vampiras es que ellas representan lo
peligroso de la sexualidad y la ninfomanía. El papel de vampira se asemeja
mucho al súcubo o demonio femenino, puesto que los vampiros femeninos con su
sensualidad y belleza conducen al héroe a un fatal destino. No obstante,
Carmilla a pesar de seguir el tipo de conducta que tomarán vampiresas
posteriores, no parecen interesarle los varones sino las jovencitas y es a
ellas a las que conduce a un fatal destino. Observamos que Carmilla no guarda
ningún sentimiento de aprecio por ningún hombre, y el ambiente donde ella se
desenvuelve es completamente femenino. En la novela Carmilla menciona que tiene
un padre, sin embargo, la figura de la madre es la más importante. De hecho,
Carmilla hace contraste con las otras jóvenes de la historia debido a que
mientras las otras jóvenes aparecen en
compañía de sus padres, Carmilla se
presenta acompañada de su misteriosa
madre. De igual manera, la madre de Carmilla no aparece acompañada de ningún
hombre, salvo los dos misteriosos sirvientes,
y es escoltada por una mujer misteriosa, cuya identidad nunca llegamos a
saber.
En
este ambiente femenino donde la figura patriarcal resulta distante y es
retratada de manera superficial, es que el secretismo y la liberación sexual femenina se hace
participe y las mujeres desarrollan una nueva liberación, descubriendo su
sexualidad y sensualidad. El papel de Carmilla también libera a estas mujeres
represivas, puesto que ella a través de los sueños eróticos que introduce en las mentes de las jovencitas es
que ellas empiezan a despertar su deseo libido. Se podría decir que Carmilla las empieza a
volver mujeres, alejándolas del patriarcado y la misma niñez que las vuelve
ingenuas. Como lo explica el teórico Antonio Ballesteros Gonzáles en su libro Jardines secretos estudios en torno al sueño erótico, quien define a
Carmilla como una fábula de la indefinición sexual, como lo podemos observar en
la siguiente cita: “
La vampira Carmilla se entremezcla de manera metafórica
con los sentimientos contradictorios de la sexualidad y los miedos infantiles
se ponen de manifiesto desde que tiene lugar la conversación inicial con su
anfitriona, Laura. [..] Paulatinamente, Carmilla irá tejiendo su red de deseos
innombrables, a medio camino entre la realidad y el sueño, ganándose la
confianza de Laura, quien, pese a la atracción fatal que siente por su amiga,
no dejará de percibir una sensación ambigua ante una compañera y cómplice cuyos
anhelos y promesas van más allá de lo socialmente permitido […] La seducción de
Carmilla causa efecto en Laura, quien se deja vencer por la fascinación que
destila la vampira. (Gonzáles p. 122- 123)
La
relación parental que une a Carmilla con Laura debido a su sangre, reforzará el
nivel de confianza
que ésta última depositará en su nueva amiga,
Carmilla se siente identificada con Laura puesto que ella desciende de
la familia Karstein. La vampira no sólo se enamora de la protagonista debido a
su parentesco familiar, sino que a través de una secuencia de sueño en donde
Carmilla se le aparece a Laura es que su relación comienza a cimentarse.
La
personalidad erótica de Carmilla será tomada posteriormente por Bram Stocker en su novela Drácula de 1897, sin embargo, contará
con características diferentes, sobre todo en el enfoque que se da a la
feminidad. En la novela de Stocker notamos está diferencia en virtud de que el
autor describe a las mujeres de forma más sumisa sin la posibilidad que ellas
puedan explorar su sexualidad. En tanto la
novela de Carmilla, las jóvenes descubren su sexualidad y sus deseos así
como también se despiertan como mujeres. Stocker en contraste describe a las mujeres
como si fuesen niñas pequeñas que necesiten ser guiadas por una figura
masculina. No obstante, a pesar de las diferencias en lo que respecta a las
mujeres, los dos vampiros protagonistas parecen poseer una personalidad
parecida, al igual que Carmilla, Drácula es un seductor que provoca en las mujeres una tentación hacía lo
prohibido.
Uno de
los aspectos en común que prevalecen en ambas novelas, es la concepción que se
tiene de las vampiras pero con notables diferencias. La concepción de vampira
que Stocker intenta dar en su obra, es la de una mujer voluptuosa y de carácter
fatídico, como lo menciona el investigador Román Guben en la siguiente cita
sobre Stocker:
“Para Stocker, la vampiresa-la acepción común que se
da a este término no es muy distinta de la suya, es el prototipo de mujer
carnal, voluptuosa, tentadora y ninfómana. El novelista, al igual que tantos
moralistas, nos pone en guardia asegurando que tal tipo de mujer es sumamente
peligrosa pues el varón, a pesar de todas las racionalizaciones que se haya
autoimpuesto al respecto, está indefenso frente a las insinuaciones placenteras
e irremisiblemente perdido frente a las tentaciones carnales” (Guben, p. 62).
De esta manera
notamos que dado al carácter moralizante de sus historias, Stocker expone a las
vampiras como mujeres que están alejadas de la guía de los varones y se
entregan a la lujuria. Le Fanu por el contrario no expone un relato moralizante
que intente abarcar las costumbres de las mujeres ni sus restricciones, como observamos al principio, sino describir una historia de
amor presentada desde una mirada
femenina.
Otra de
las características que encontramos diferente en la novela de Drácula con la de
Carmilla en lo que respecta con las mujeres, es que la vampira también se
muestra con una actitud fuerte hacía los varones. Carmilla no justifica cuando alguien le falta
al respeto y reacciona violentamente
cuando su honor se siente agredido. El personaje de Le Fanu no utiliza un tono
de habla correcto con respectos a los hombres sino que les habla desde una
posición fuerte y directa, Carmilla
incluso le hace una crítica a Laura de la negligencia de su padre y a éste
mismo sobre sus creencias. Como lo podemos observar en el siguiente fragmento
de la historia.
Si la señorita me lo permite, puedo dejarle un diente
redondo y sin filo, digno de una joven hermosa como ella y no de un pez; pero,
¿se ha molestado la señorita? ¿Acaso he sido impertinente? ¿La he ofendido? En efecto, la damita parecía estar muy
enojada, y se apartó de la ventana. -¿Cómo se atreve ese mercachifle a insultarnos
así? Explotó Carmilla-. […] –Estamos en manos de Dios; nada pasa sin su
permiso, y todo acabará bien para quienes lo amamos. -¿creador? ¡Naturaleza!-Exclamó la joven en
respuesta a mi bondadoso padre-Esta enfermedad que aflige al país es natural.
¡Naturaleza! Todas las cosas provienen de la naturaleza, ¿no es así? (Le Fanu
p, 37-38)
La forma de
actuar de Carmilla es adelantada a su tiempo, considerando que en esa época las
mujeres debían usar, un tono de habla
correcto con los varones. La personalidad de Carmilla se ve contrarrestada con
la de Laura, quien utiliza un tono de habla más modular y políticamente correcto
con su padre y el resto de los hombres de la historia. Se podría que Laura se
apega bastante a lo que se espera de una joven dama de la sociedad mientras que
Carmilla rompe con ese estereotipo. Esta actitud servirá para contrarrestar la
actitud de los dos personajes femeninos, siendo la primera más extrovertida y la
segunda más introvertida.
Hemos
notado hasta ahora que la personalidad de Carmilla además de ser erótica es muy
adelantada a su tiempo, siendo la figura de una mujer liberal y seductora. Le
Fanu no expone a la vampira con características simplemente monstruosas sino
que la vuelve compleja, dotándola de una personalidad sensual pero desafiante
ante la época conservadora. La vampira además de su atractivo físico, el cual
utiliza para seducir a las jovencitas, muestra también otra apariencia similar
a la de una criatura que se asemeja a un lobo. Estas dos personalidades se adoptan a su perfil de depredadora, exponiéndola con
una dualidad entre lo bello y lo maléfico. Asimismo Laura también posera una
dualidad parecida a la de Carmilla, solo que enfocada en la inocencia y la
seducción. Le Fanu describe la actitud de las mujeres y su despertar emocional,
pasando las mujeres de ser inocentes a tentadoras, reflejando otro tipo de amor
que se aleja de lo convencional y lo políticamente correcto.
Bibliografia
Ballesteros Gonzáles, Antonio. “El sueño de la razón
produce monstruos: erotismo onírico en Frankenstein, “Carmilla” y Drácula”. Estudios en torno al sueño
erótico. Ediciones de la universidad de Lleida. Google books. Web. 22 de
marzo 2017.
Le
Fanu, Joseph Sheridan. Carmilla.
Trad: Juan Elías Tovar Cross. Primera ed: 2013. México. Impreso.
Gubern,
Román. Las raíces del miedo. Primera
ed: febrero 1979. España: Gráficas
diamante, Zamora, 83. Impreso.
Mónica Aboites.
0 comentarios:
Publicar un comentario