lunes, 30 de enero de 2017

El arte parte II: ¿Eres la sombra o la figura?

La humanidad no parece entender, no queremos comprender que las formulas usadas y recicladas por diversos tipos de sistemas bajo nombres como totalitarismo, despotismo, monarquía, anarquía nos ha guiado a crear una fractura honda entre nosotros mismos. Olvidamos la homología inveterada que compartimos. ¿Acaso el ojo humano es diferente que el de otras especies para no diferenciar a los suyos? No podemos estar en ese velo lleno de odio y violencia. No obstante queremos arraigarnos a esa naturaleza atractiva y destructiva. Llenar las manos de sangre y lágrimas ajenas aunque no demos la estocada directamente, pero hemos comenzado la guerra. El voto y la democracia cada vez  es el chiste de una burocracia que aparentamos no aceptar pero volteamos la cara antes de recibir la bofetada del rostro demacrado por la opulencia y los excesos.








Humanos versus humanos.

Desde el inicio de la humanidad, cuando el desarrollo del cerebro y el cuerpo sometidos en la evolución se concluyo a nuestra apariencia actual, las guerras comenzaban. La disputa de territorios, rutas, vituallas, etc. era el pan diario de un humano monada y con actos débiles guiados por su instinto. Aun así somos seres sociales, la necesidad de apiñarse y compartir también es parte de nuestro ser. Somos seres contradictorios. Parte del cambio de la historia, claro después de pasar por el estrecho de bering y todos esos datos curiosos que nos enseñaron en la primaria y pensábamos que no lo necesitamos, se descubrió la agricultura y el ser sedentario se apodero para otorgar un cierta estabilidad. Pero las disputas nunca pararon y por lo visto nunca lo harán. Los humanos matamos humanos, los humanos odiamos a los humanos, los humanos nos herimos, ¿Donde queda a lo que eramos fieles?






El humanismo no es parte de la humanidad.

El termino "humanismo" para especificar nace a partir de los siglos XV y XVI (periodo comprendido del siglo 474  y 1450 del renacimiento) por lo que el humano es el centro de la humanidad. Lo enaltecen en todos los aspectos, cultural, social, económico, político. La gama que comparte los individuos dentro de una sociedad. Pero conforme fue pasando las épocas  y transcurriendo entre los dedos temporales la unidad medida en perdidas y ganancias, los ojos se van cerrando, durmiendo dentro del hueco entrañable de la nobleza. Ya no hay vuelta atrás porque el rugir de las entrañas por hambre resuena en todas las cenizas, es reemplazado por los gritos de querer más. El humanismo se vuelve frío e indiferente ante el objeto de su creación. Se va desprendiendo para encerrarse en algo tan lejano. El humanismo dentro de la cultura ya no es parte de nosotros.










¿Y el arte es para el que paga? 


En el sistema educativo de muchos países como punto central en la evolución, se ha integrado parte de un sistema abierto e incluyente. Un ejemplo es la guerra de la alfabetización que mantuvo en los sesentas un país recién libre de un régimen injusto como fue el caso de Cuba. Su principal guerra fue la alfabetización y la inclusión del arte como una masa amorfa esperando formar parte de la mente de los pequeños. El arte es parte del desarrollo de la persona tan básica que resulta en estos momentos irrisorio evaluarlo para los intelectuales, ricos o un grupo selecto. El arte nace de la cultura, y la cultura de uno mismo, de sus acciones, de su pasado y su presente.







¿Muros físicos y mentales? 



Uno de los temas más relevantes que han tomado todas las redes sociales por asalto y gran fuerza es la toma del nuevo presidente de una potencia tan avasalladora como letal ha sido, y no es necesario contar con un diplomado de historia para evaluar las acciones en atroces del país del "fast food" y la cuna del "pop". Tampoco es necesario ahondar en el gran revuelo que ha hecho el señor Trump con sus declaraciones misóginas, raciales y radicales. El punto de este artículo no es desatar una polémica politica o ideologica. Pero no obstante, el hecho de alzar muros entre naciones, es onírico. El mundo esta globalizado empezando por el capitalismo que tanto representa el personaje rubio y de apariencia poco afable. El mundo ya no se puede tomar como partes individuales o un esquema para memorizar en tus clases de geografía. Es grande pero a la vez pequeño. Sin embargo el nacionalismo e identidad de cada nación debería ser una de las máximas prioridades del gobierno así como su estabilidad económica, pero la aculturación no es el enemigo de una humanidad deteriorada con violencia. Las barreras físicas no es algo por lo que debemos temer, sino las culturales y mentales.










Rompe esquemas

El arte y la cultura van de la mano. El arte es la expresión tajante de la cultura. Al escuchar una canción de un idioma diferente, apreciar la obra del padre del surrealismo o perderte en la cacofonía de idiomas incomprensibles, no harán que  se desvirtúe tu sentido de nacionalidad o mejore las condiciones en tu país. En estos momentos los aclamados "memes" inundan redes sociales impulsando el consumo local pero no obstante lo hacen de una manera tan ridícula que parece que ese es su objetivo principal.  He comentado en otros artículos relacionados con este tema, que una de las desgracias para el arte es el haberse involucrado con la industria, esto no deja huella de la duda. Era inevitable que pasara, pero repito, no es el muro que se tiene que alzar para mejorar la calidad de vida del ser humano.

Te invito a que rompas tus barreras mentales, lee todo lo que quieras, escucha toda la música que tus oídos te permitan, observa todas las obras aunque no halles comprensión al instante, come diversas gastronomías, viaja por el mundo si es necesario. El arte debe unir a la humanidad y no al revés.








"La arcilla fundamental de nuestra obra es la juventud: en ella depositamos nuestras esperanzas y la preparamos para tomar de nuestras manos la bandera"    Che 

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