En vísperas de una de las celebraciones que a pesar de tener una gran mezcolanza de orígenes y cimientos, los mexicanos nos sentimos identificados como nación, más allá de la afición por el fútbol o nuestra identidad religiosa, y orgullosos por algo único a nuestro modo, cuya tradición consiste en colocar altares para recordar a nuestros difuntos queridos siendo venerado año tras año. El día de muertos es celebrado en México como una forma peculiar de mostrar respeto a la muerte (y de paso poder mostrar un humor muy particular en torno a esta) pero no siempre tuvo un lugar importante en la idiosincrasia de la población. Entra la cuestión del choque de culturas, que no siempre debe haber un ganador o un perdedor. La globalización forma parte de nuestra vida y se quedará por mucho tiempo, sin retroceder, pero hay maneras para crear una confraternización entre supuestos enemigos, o así lo queremos ver cuando vemos amenazadas nuestras tradiciones para exiliarlo al olvido. No obstante, aquí no se libra una batalla sino elecciones.
¿Qué es el día de muertos?
Para nuestros lectores de otros países me gustaría explicarles brevemente de lo que trata esta celebridad. Como se menciono anteriormente, este día recordamos a todos los que se fueron en espíritu y carne, para que nos acompañen un día según la creencia, por eso es vital la colocación de ofrendas donde se colocan ciertos objetos cuyo significado es esencial como agua y el sal, pero lo importante es la comida y los gustos del difunto, por eso los altares varían en contenido y originalidad. Otra costumbre son las "calaveritas" que es una rima humorística cuyo protagonista puede ser cualquier persona pero siempre involucrando a la muerte.
Todos juzgan a la catrina
Dicen que es malandrina
Porque vendiendo mandarinas
La encontraron en la oficina
El origen del día de muertos tiene sus raíces en el sincretismo de las culturas prehispánica y europea, de las cuales se remontan desde nuestros antepasados que tenían cuestiones similares y por ello conservaban los huesos de los difuntos, hecho que escandalizo a los conquistadores. Aunque se conservo en cierto modo las costumbres se aplazó los días para que se celebrara en fechas católicas. No obstante el origen del famoso día de muertos es contradictorio, muchos historiadores difieren con teorías que argumentan que efectivamente la celebración se mezcla en nuestras culturas antepasadas y las adquiridas por la conquista, ellos dicen que no tiene nada que ver y el origen es netamente extranjero, pero a pesar de esto, debemos aceptar que se ha convertido en parte de la identidad cultural mexicana y nos une ese día como nación celebrándolo como solo los mexicanos lo sabemos hacer: con sumo respeto pero sumando el toque pícaro y humorístico mexicano.
Ese día todo se llena de colores, pan de muerto, cempasúchil, frutas e incienso. Las calles de miles de personas representando a la famosa catrina, desfiles, ofrendas rodeado en una atmósfera de tranquilidad. Aguardamos a nuestros seres queridos esa noche para que degusten su comida favorita y nos acompañen en esencia. El camino de las velas, agua y sal es imperdible en la ofrenda. Cada año hemos visto esta hermosa tradición evolucionando y agregando ideas innovadoras pero siempre manteniendo los aspectos básicos de lo que hace una ofrenda.
En el año 2003 se declara el día de muertos como obra maestra del patrimonio oral e intangible de la humanidad por parte de la UNESCO, un hecho que nos mantiene orgullosos y por ende como sociedad tratamos de darle la mayor importancia a esta celebridad, no obstante no siempre fue así.
Halloween vs Día de muertos
La gran mayoría conoce "la noche de brujas" o como es en su idioma natal "halloween". Ese día en donde las personas se disfrazan de criaturas espeluznantes, monstruos, vampiros u otro ente maligno para salir a las calles y en cada puerta tocar y decir "truco o trato" para obtener golosinas ilimitadas, esto es la versión infantil de esta celebridad extranjera, por otro lado la población adulta lo aprovecha para realizar fiestas y así tener un rato divertido entre amigos o familia e incluso algunos de ellos se disfrazan de formas creativas y graciosas. El punto un tanto negativo radica cuando olvidamos nuestras tradiciones para adoptar otras y eso se vio un tiempo cuando predominaba el horror y los disfraces sobre el reconocimiento y alegría hacia la muerte.
Personalmente desde pequeña me llamó la atención la celebración de muertos, porque no había un elemento de espanto como lo suele haber en el halloween, lo manejan como el día en donde vivos y muertos se pueden conectar en el mismo espacio y tiempo. Por ello la celebración fue de mi agrado, no obstante al crecer y convertirme en el amante del género de terror no huí de celebrar el halloween, pero tristemente durante un buen periodo se opacó el suntuoso día de muertos por la noche de brujas. Lo íbamos olvidando injusta y dolorosamente. La mercadotecnia jugaba a favor del halloween a través de disfraces reciclables y diversión nocturna que llamaba más la atención de los jóvenes. Por supuesto que no podemos negar que el juego para saber quien es el más poderoso en el mercado deja vulnerable a los aspectos de conservación y cultura en muchos casos. ¿Seríamos capaces de dejar enterrado nuestro acervo cultural por nuestro sistema claramente neoliberal?
¿Por qué no los dos?
Pero el tiempo pasó y tanto el gobierno, la población y otros sectores se dieron cuenta a tiempo que el día de muertos era una celebración maravillosa y única que también podía jugar en muchos aspectos a nuestro favor como uno de los más importantes la activación del turismo tanto interno como externo. El reconocimiento a la celebración fue incrementándose y en la actualidad es un craso error dejarlo al lado, aunque hay zonas de la república donde se festeja con mayor ahínco que otras no cabe duda que es clave importante y forma parte indudablemente de nuestra identidad cultural. En muchos países admiran esta hermosa costumbre y los deslumbra cada año con todo lo que se realiza en torno a ella para mantenerla viva y darla a conocer a muchos otros lados del mundo. No cabe duda que el día de muertos será imperdible para los mexicanos como la navidad lo es en la mayoría de los países.
De hecho cabe recalcar que hace poco la famosa pixar con disney tomaron el concepto del día de muertos para su nueva película titulada "coco" que ha sido acogida con gran agrado por el público mexicano agotando salas en estas dos semanas de estreno (más adelante habrá reseña sobre esta cinta) esto es solo una prueba de que tanto se ha incentivado y dado el valor correspondiente a la celebración.
No obstante, esto no se debe convertir en una pelea campal con la tradición homóloga del país vecino. La noche de brujas también es celebrada con aceptación y diversión por diferentes edades como lo mencione anteriormente, pudiendo distinguir y separar sin problemas una de la otra. Ambas tienen una base similar pero son diferentes en esencia así que ¿por qué no poder implementar en cada año la celebración de ambas? No hay algo realmente preocupante para tildar dicha acción salvo que olvidemos darle prioridad a una de ellas, de ahí que fuera podemos disfrutar disfrazarnos de iron man y colocar nuestro altar para nuestro querido difunto. Esto no es competencia y el mercado también ha sabido colocar productos de ambas para su beneficio, viendo por primera vez una especie de contrato entre la cultura, la publicidad y la popularidad.
Como mexicanos debemos estar siempre orgullosos de nuestras tradiciones así como también conocer diferentes y tener un proceso de aculturación sin perder nuestros orígenes.
Ese día todo se llena de colores, pan de muerto, cempasúchil, frutas e incienso. Las calles de miles de personas representando a la famosa catrina, desfiles, ofrendas rodeado en una atmósfera de tranquilidad. Aguardamos a nuestros seres queridos esa noche para que degusten su comida favorita y nos acompañen en esencia. El camino de las velas, agua y sal es imperdible en la ofrenda. Cada año hemos visto esta hermosa tradición evolucionando y agregando ideas innovadoras pero siempre manteniendo los aspectos básicos de lo que hace una ofrenda.
En el año 2003 se declara el día de muertos como obra maestra del patrimonio oral e intangible de la humanidad por parte de la UNESCO, un hecho que nos mantiene orgullosos y por ende como sociedad tratamos de darle la mayor importancia a esta celebridad, no obstante no siempre fue así.
Halloween vs Día de muertos
La gran mayoría conoce "la noche de brujas" o como es en su idioma natal "halloween". Ese día en donde las personas se disfrazan de criaturas espeluznantes, monstruos, vampiros u otro ente maligno para salir a las calles y en cada puerta tocar y decir "truco o trato" para obtener golosinas ilimitadas, esto es la versión infantil de esta celebridad extranjera, por otro lado la población adulta lo aprovecha para realizar fiestas y así tener un rato divertido entre amigos o familia e incluso algunos de ellos se disfrazan de formas creativas y graciosas. El punto un tanto negativo radica cuando olvidamos nuestras tradiciones para adoptar otras y eso se vio un tiempo cuando predominaba el horror y los disfraces sobre el reconocimiento y alegría hacia la muerte.
Personalmente desde pequeña me llamó la atención la celebración de muertos, porque no había un elemento de espanto como lo suele haber en el halloween, lo manejan como el día en donde vivos y muertos se pueden conectar en el mismo espacio y tiempo. Por ello la celebración fue de mi agrado, no obstante al crecer y convertirme en el amante del género de terror no huí de celebrar el halloween, pero tristemente durante un buen periodo se opacó el suntuoso día de muertos por la noche de brujas. Lo íbamos olvidando injusta y dolorosamente. La mercadotecnia jugaba a favor del halloween a través de disfraces reciclables y diversión nocturna que llamaba más la atención de los jóvenes. Por supuesto que no podemos negar que el juego para saber quien es el más poderoso en el mercado deja vulnerable a los aspectos de conservación y cultura en muchos casos. ¿Seríamos capaces de dejar enterrado nuestro acervo cultural por nuestro sistema claramente neoliberal?
¿Por qué no los dos?
Pero el tiempo pasó y tanto el gobierno, la población y otros sectores se dieron cuenta a tiempo que el día de muertos era una celebración maravillosa y única que también podía jugar en muchos aspectos a nuestro favor como uno de los más importantes la activación del turismo tanto interno como externo. El reconocimiento a la celebración fue incrementándose y en la actualidad es un craso error dejarlo al lado, aunque hay zonas de la república donde se festeja con mayor ahínco que otras no cabe duda que es clave importante y forma parte indudablemente de nuestra identidad cultural. En muchos países admiran esta hermosa costumbre y los deslumbra cada año con todo lo que se realiza en torno a ella para mantenerla viva y darla a conocer a muchos otros lados del mundo. No cabe duda que el día de muertos será imperdible para los mexicanos como la navidad lo es en la mayoría de los países.
De hecho cabe recalcar que hace poco la famosa pixar con disney tomaron el concepto del día de muertos para su nueva película titulada "coco" que ha sido acogida con gran agrado por el público mexicano agotando salas en estas dos semanas de estreno (más adelante habrá reseña sobre esta cinta) esto es solo una prueba de que tanto se ha incentivado y dado el valor correspondiente a la celebración.
No obstante, esto no se debe convertir en una pelea campal con la tradición homóloga del país vecino. La noche de brujas también es celebrada con aceptación y diversión por diferentes edades como lo mencione anteriormente, pudiendo distinguir y separar sin problemas una de la otra. Ambas tienen una base similar pero son diferentes en esencia así que ¿por qué no poder implementar en cada año la celebración de ambas? No hay algo realmente preocupante para tildar dicha acción salvo que olvidemos darle prioridad a una de ellas, de ahí que fuera podemos disfrutar disfrazarnos de iron man y colocar nuestro altar para nuestro querido difunto. Esto no es competencia y el mercado también ha sabido colocar productos de ambas para su beneficio, viendo por primera vez una especie de contrato entre la cultura, la publicidad y la popularidad.
Como mexicanos debemos estar siempre orgullosos de nuestras tradiciones así como también conocer diferentes y tener un proceso de aculturación sin perder nuestros orígenes.
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